“Las pymes alertan de que no encuentran trabajadores cualificados para 109.000 puestos de trabajo” El País. 19.04.2022 (Ref: Noticia El Pais )
“Más de 100.000 empleos sin cubrir en España con paro récord” El Heraldo de Aragón. 20.04.2022 (Ref: Noticia Heraldo de Aragón )
Hace unos días podíamos leer sendos titulares pero ya hace tiempo que los profesionales de RRHH estaban barruntando lo que hoy es ya una realidad.
España tiene más de 3 millones de personas en situación de desempleo y sin embargo faltan trabajadores cualificados en determinados sectores. Esto ya era algo a los que nos tenían acostumbrados sectores tecnológicos y sanitarios, en los que ya hace años teníamos que buscar el talento fuera de nuestras fronteras, pero ahora esta escasez de personal se ha hecho extensiva a otros sectores como la hostelería, la logística, la construcción o sector industrial. Perfiles como soldadores, técnicos de mecanizado o carretilleros son los más solicitados en nuestro servicio y los que más nos cuesta encontrar porque quienes disponen de estas habilidades se encuentran trabajando.
¿Cómo resolvemos esto?
Está claro que la ley de la oferta y la demanda también afecta al mercado de trabajo, y que cuando hay mucha demanda de determinados profesionales tendremos que mejorar las condiciones laborales para atraerlos y retenerlos, y no hablo sólo de salario. Ésta es la cara de la moneda, las condiciones laborales tenderán a mejorar. La cruz está en que las PYMES, muchas veces dispersas territorialmente, no pueden competir con las grandes corporaciones y se van a ver abocadas al fracaso si no dan con trabajadores cualificados capaces de dar respuesta a las necesidades productivas de la empresa o de dar el reemplazo a la generación del “Baby Boom”.
Otro aspecto importante a incluir en la ecuación que nos ayuda a comprender esta situación es que más de la mitad de esos 3,1 millones de parados no tienen formación. Ni secundaria ni especializada.
La respuesta es la formación.
Formación orientada al empleo, reglada o no, subvencionada, bonificada o privada. Porque, en definitiva, a un soldador no se le pide un diploma, se le pide que sepa soldar. Se le pide que tenga unas habilidades determinadas que otra persona no tiene porque no se ha formado.
Formación por parte de las empresas, para retener, motivar, ser competitivos y productivos, para adaptarse a los cambios que ya sabemos que no son pocos. El mundo gira a una velocidad vertiginosa y la industria 4.0 ya está aquí.
Formación de iniciativa particular. Cuantas más habilidades tengamos, más nos especialicemos más valiosos seremos en el mercado laboral.
Así pues…
