¿Sabes cuánto potencial puede quedarse a medias en tu compañía por la falta de formación? O incluso por la falta de organización: puede que ofrezcas muchas opciones formativas a tus trabajadores pero, sin una buena estrategia detrás, es difícil que el resultado encaje.
Un plan de formación en la empresa ayuda precisamente a eso: a ordenar, priorizar y alinear la capacitación de tu equipo con los objetivos del negocio. Se trata de diseñar un plan formativo estructurado que mejore sus competencias, aumente la productividad y prepare a tu organización para el futuro.
En este nuevo artículo te explicamos qué es el plan de formación de una empresa, sus principales beneficios, cómo diseñarlo paso a paso y cuáles deberían ser sus objetivos.
¿Qué es el plan de formación de una empresa?
El plan de formación de una empresa es un documento estratégico que recoge todas las acciones formativas que va a realizar la organización en un período determinado (normalmente un año), alineadas con las necesidades reales de los equipos y con los objetivos de negocio.
No es solo una lista de cursos. Un buen plan de capacitación empresarial incluye:
- Las competencias que se quieren desarrollar (técnicas y transversales).
- Los trabajadores a los que va dirigida la formación: responsables, especialistas, personal administrativo…
- La metodología: presencial, online o mixta.
- El calendario y la planificación.
- Los recursos necesarios: presupuesto, instalaciones, docentes, materiales…
- Los indicadores que se van a utilizar para medir si la formación está teniendo impacto.
En otras palabras, el plan de formación responde a tres preguntas clave: qué necesita la empresa que aprendan sus equipos, cómo lo van a aprender y para qué.
Beneficios de contar con un plan formativo
Implantar un plan de formación en una empresa bien diseñado tiene un impacto directo tanto en las personas como en los resultados:
- Mejora de la productividad. Cuando la formación está alineada con los procesos reales de trabajo, los equipos cometen menos errores, aprovechan mejor la tecnología disponible y son más eficientes.
- Actualización constante de competencias. Sectores como la industria, la logística o el comercio cambian muy rápido. Un bien plan formativo ayuda a que tu equipo no se quede atrás en digitalización, normativas de seguridad, etc.
- Atracción y fidelización del talento. Ofrecer un plan de capacitación bien organizado es una forma clara de decirle a tus empleados que inviertes en su crecimiento profesional. Esto mejora su compromiso y reduce la rotación.
- Mejor clima laboral y coordinación interna. Muchas formaciones incluyen aspectos de comunicación, liderazgo o trabajo en equipo. Por eso, el resultado se nota también en el ambiente del día a día.
- Optimización de recursos y bonificaciones. Un plan de formación ajustado a las necesidades de tu empresa te permite invertir mejor el presupuesto, planificar con tiempo y aprovechar herramientas como las bonificaciones de FUNDAE.
Cómo hacer un plan de formación en la empresa
Si estás pensando en poner en marcha un plan formativo en tu compañía, estas serían las fases básicas. Piensa en ello como un ejemplo de plan de formación que puedes adaptar a la realidad de tu negocio:
- Detecta las necesidades formativas. Analiza qué está pasando: si hay cambios tecnológicos, errores frecuentes, nuevas normas… Identifica, junto a los responsables de cada área, qué competencias faltan o deben reforzarse.
- Define los objetivos. Relaciona cada necesidad con un objetivo concreto. Por ejemplo, mejorar la atención al cliente o digitalizar un proceso manual.
- Diseña la oferta formativa. Decide qué cursos, talleres o itinerarios vais a impartir. Puedes combinar formación técnica (en mantenimiento, logística…) con habilidades transversales (de liderazgo, comunicación, trabajo en equipo…).
- Planifica el calendario. Adapta el plan a la realidad de la empresa. Define qué acciones se harán presenciales, cuáles serán online y en qué horarios.
- Asigna los recursos necesarios. Decide el presupuesto, los docentes, aulas o talleres y el tiempo que debe dedicar la plantilla a la formación.
- Comunica el plan al equipo. Si quieres implicación, la gente debe entender el porqué de la formación. Explica qué se va a hacer y para qué sirve.
- Analiza los resultados. Mide la satisfacción, el aprendizaje y los resultados en el puesto de trabajo. Con esos datos, podrás mejorar el plan año tras año.
¿Prefieres dejar todo este proceso en manos de especialistas? Siempre puedes apoyarte en los planes de formación a medida que diseñamos en Lacor Formación para empresas de todo tipo. Desde la detección de tus necesidades hasta la evaluación final, ¡te acompañamos en el camino para que aproveches al máximo tu inversión!
Objetivos de contar con un plan de formación
Aunque cada organización es diferente, el plan de formación de una empresa siempre suele perseguir unos objetivos comunes:
- Alinear la formación con la estrategia empresarial. Que cada acción formativa tenga un impacto claro en la productividad, la calidad del trabajo o la seguridad.
- Desarrollar el talento interno. Preparar a las personas para asumir nuevas responsabilidades y facilitar planes de carrera.
- Reducir brechas de competencias. Especialmente en áreas críticas como competencias digitales, automatización, mantenimiento o logística.
- Impulsar la cultura del aprendizaje continuo. Crear un entorno donde aprender forma parte del trabajo y no es una tarea puntual.
- Aprovechar al máximo los recursos disponibles. Tanto el presupuesto interno como las posibles bonificaciones o subvenciones vinculadas a la formación.
En definitiva, un buen plan formativo convierte la formación en una herramienta estratégica para hacer crecer tu empresa y cuidar a las personas que la hacen posible.
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